Tanto si duermes bien como si no, este post sobre cómo conseguir un sueño reparador te va a interesar. Ya que en ocasiones nos parece que dormimos bien; pero durante el día se manifiestan síntomas que nos pueden indicar lo contrario.
Además; al final de este post podrás realizar un test para verificar si tus hábitos del sueño son los adecuados para disfrutar de un buen descanso.
Contar ovejitas para aquellas personas que sufren de insomnio se ha demostrado una técnica poco útil, y los efectos de dormir poco y mal pueden ser realmente graves para nuestra salud. La lista es larga:
Problemas de sobrepeso, caída del cabello, perdida de elasticidad en la piel…
El sueño influye directamente en nuestra capacidad de retener y aprender nueva información, lo que provocaría problemas de memoria, concentración…
Ansiedad y depresión pueden ser causados por la falta de sueño y viceversa, las personas que sufren estas patologías suelen dormir mal.
Así mismo; el sueño es esencial para el buen funcionamiento del sistema inmunológico, que protege al cuerpo de sustancias potencialmente dañinas.
En fin, el stress, las preocupaciones, la ansiedad acumulada del día son los factores que desencadenan la mayor parte de los problemas relacionados con el sueño. Dormir bien es fundamental para que nuestro cerebro se recupere de ese stress…»El dormir mantiene todos los aspectos del cuerpo de una forma u otra: el equilibrio energético y molecular, así como también la función intelectual, el estado de alerta y el humor», explica el Dr. Merrill Mitler, experto en sueño y neurocientífico del NIH (National Institutes of Health).
Estudios recientes demuestran que alrededor de un tercio de la población padece anomalías crónicas o esporádicas relacionadas con su sueño (según la Fundación Estivill del sueño), y los primeros efectos son visibles al día siguiente:
Fátiga
Mal humor
Irritabilidad
Ansiedad
Falta de concentración
Problemas en las relaciones (especialmente en niños y adolescentes):
En las 24 horas que dura un día el cerebro requiere dos momentos de sueño: el primero va desde las 10, 11, 12 de la noche hasta las 6-7-8 de la mañana; el segundo es una breve necesidad de sueño que tenemos en torno a 7-8 horas después de habernos levantado. Es la siesta.
Las necesidades varían según la edad; en nuestro post «Dormir Bien Vivir Mejor» encontrarás más información.
Dormir bien hará que tengamos un mejor día; y al mismo tiempo, tener un buen día hará que descansemos mejor…por eso los hábitos de vida, la alimentación, nuestra capacidad de desconectar de los problemas y relajarnos entre otros; nos puede brindar algunas de las claves del buen descanso.
Si quieres formar parte de ese exclusivo club del buen descanso sigue leyendo; y es que según los resultados del último estudio de Cigna, ‘360 Wellbeing Survey 2019: Well and Beyond’, en España tan solo el 32% de la población considera excelente o muy buena su calidad de descanso nocturno.
Saber desconectar y relajarnos es fundamental para tener una buena calidad del sueño, pero las estadísticas nos muestran hábitos del sueño poco saludables:
Y es que uno de los hábitos más perjudiciales para conciliar el sueño es precisamente usar dispositivos móviles o ver pantallas antes de irse a dormir, y mucha gente utiliza este último para quedarse dormido. Dormir con la televisión de fondo provoca que fabriquemos menos melatonina durante el sueño. Tener un déficit de melatonina pueden traer consigo el insomnio e incluso la depresión y podría provocar una paulatina aceleración del envejecimiento.
Entonces; ¿cómo nos preparamos para ir a dormir?
Algunas cosas que te pueden ayudar a relajarte:
La meditación, escuchar música relajante (visita nuestra lista de Spotify para dormir), el ruido blanco o incluso el ASRM (Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma).
Técnica 4-7-8 de respiración (Dr. Andrew Weil), puedes encontrar aquí la técnica.
Preparar el dormitorio con una luz relajante y hacer uso de la aromaterapia (lavanda, naranjo amargo, mandarina…).
Usar pijamas de lana, algodón o lino flojos, que no aprieten.
El dormitorio ha de estar totalmente a oscuras y en silencio.
Mantener una temperatura entre 18 y 21 grados y una humedad de entre 40 y 60% (evitando el uso de la calefacción).
En este caso, los edredones de lana son una ventaja incomparable por su capacidad de absorber el exceso de humedad ambiental, y ofrecer un ambiente más seco y saludable, además de regular la temperatura en el interior de la cama gracias a su gran capacidad de transpiración para que no pases ni frío ni calor.
Escoger una almohada y colchón confortables también son de gran importancia a la hora de conseguir un buen descanso; de esta manera ayudamos a que el cuerpo se relaje y adquiera una posición correcta.
Seguir unos hábitos de sueño de manera regular nos ayudan a que nuestro cuerpo se comporte como un reloj y que sea más fácil inducirlo al sueño cuando llegue la hora de irse a dormir.
¿Quieres saber si sigues unos hábitos de sueño saludables?
EL TEST
He cenado dos horas antes de irme a dormir de manera ligera.
No he realizado ejercicio físico después de las 20.00 h.
He desconectado del móvil y he dejado de usar dispositivos electrónicos 1 hora antes de irme a dormir.
He bajado la intensidad de las luces de casa y del dormitorio.
He desconectado del trabajo y de mis problemas realizando ejercicios de respiración y/o meditación.
He leído un libro antes de acostarme.
He puesto música relajante y usado aceites esenciales en el dormitorio.
Me he puesto ropa cómoda y ligera para dormir de fibras naturales.
Mi colchón, almohada y ropa de cama son confortables y adaptados a mis necesidades.
Me he acostado sobre el lado izquierdo para favorecer la digestión.
Si has contestado SI al menos a 7 de estas cuestiones, ¡enhorabuena! porque estás en el buen camino para disfrutar de un buen descanso (de hecho quizás ya disfrutas de un sueño reparador).
Y si te cuesta seguir estos consejos, recuerda lo importante que es el sueño para nuestra salud y bienestar ¡feliz y profundo descanso!.
CÓMO DISFRUTAR DE UN SUEÑO REPARADOR
Tanto si duermes bien como si no, este post sobre cómo conseguir un sueño reparador te va a interesar. Ya que en ocasiones nos parece que dormimos bien; pero durante el día se manifiestan síntomas que nos pueden indicar lo contrario.
Además; al final de este post podrás realizar un test para verificar si tus hábitos del sueño son los adecuados para disfrutar de un buen descanso.
Contar ovejitas para aquellas personas que sufren de insomnio se ha demostrado una técnica poco útil, y los efectos de dormir poco y mal pueden ser realmente graves para nuestra salud. La lista es larga:
En fin, el stress, las preocupaciones, la ansiedad acumulada del día son los factores que desencadenan la mayor parte de los problemas relacionados con el sueño. Dormir bien es fundamental para que nuestro cerebro se recupere de ese stress…»El dormir mantiene todos los aspectos del cuerpo de una forma u otra: el equilibrio energético y molecular, así como también la función intelectual, el estado de alerta y el humor», explica el Dr. Merrill Mitler, experto en sueño y neurocientífico del NIH (National Institutes of Health).
Estudios recientes demuestran que alrededor de un tercio de la población padece anomalías crónicas o esporádicas relacionadas con su sueño (según la Fundación Estivill del sueño), y los primeros efectos son visibles al día siguiente:
En las 24 horas que dura un día el cerebro requiere dos momentos de sueño: el primero va desde las 10, 11, 12 de la noche hasta las 6-7-8 de la mañana; el segundo es una breve necesidad de sueño que tenemos en torno a 7-8 horas después de habernos levantado. Es la siesta.
Las necesidades varían según la edad; en nuestro post «Dormir Bien Vivir Mejor» encontrarás más información.
Dormir bien hará que tengamos un mejor día; y al mismo tiempo, tener un buen día hará que descansemos mejor…por eso los hábitos de vida, la alimentación, nuestra capacidad de desconectar de los problemas y relajarnos entre otros; nos puede brindar algunas de las claves del buen descanso.
Si quieres formar parte de ese exclusivo club del buen descanso sigue leyendo; y es que según los resultados del último estudio de Cigna, ‘360 Wellbeing Survey 2019: Well and Beyond’, en España tan solo el 32% de la población considera excelente o muy buena su calidad de descanso nocturno.
Saber desconectar y relajarnos es fundamental para tener una buena calidad del sueño, pero las estadísticas nos muestran hábitos del sueño poco saludables:
Y es que uno de los hábitos más perjudiciales para conciliar el sueño es precisamente usar dispositivos móviles o ver pantallas antes de irse a dormir, y mucha gente utiliza este último para quedarse dormido. Dormir con la televisión de fondo provoca que fabriquemos menos melatonina durante el sueño. Tener un déficit de melatonina pueden traer consigo el insomnio e incluso la depresión y podría provocar una paulatina aceleración del envejecimiento.
Entonces; ¿cómo nos preparamos para ir a dormir?
Algunas cosas que te pueden ayudar a relajarte:
En este caso, los edredones de lana son una ventaja incomparable por su capacidad de absorber el exceso de humedad ambiental, y ofrecer un ambiente más seco y saludable, además de regular la temperatura en el interior de la cama gracias a su gran capacidad de transpiración para que no pases ni frío ni calor.
Escoger una almohada y colchón confortables también son de gran importancia a la hora de conseguir un buen descanso; de esta manera ayudamos a que el cuerpo se relaje y adquiera una posición correcta.
Seguir unos hábitos de sueño de manera regular nos ayudan a que nuestro cuerpo se comporte como un reloj y que sea más fácil inducirlo al sueño cuando llegue la hora de irse a dormir.
¿Quieres saber si sigues unos hábitos de sueño saludables?
EL TEST
Si has contestado SI al menos a 7 de estas cuestiones, ¡enhorabuena! porque estás en el buen camino para disfrutar de un buen descanso (de hecho quizás ya disfrutas de un sueño reparador).
Y si te cuesta seguir estos consejos, recuerda lo importante que es el sueño para nuestra salud y bienestar ¡feliz y profundo descanso!.